El fracaso de la Red Dorsal, aquella que nunca alcanzó a despegar

El fracaso de la Red Dorsal, aquella que nunca alcanzó a despegar

Un balance de la trayectoria y los aprendizajes que nos dejan los primeros cinco años de Azteca a cargo de la Red Dorsal.

Telcos: ¿Cómo fue el año que termina para los operadores móviles?

Telcos: ¿Cómo fue el año que termina para los operadores móviles?

Telefónica tuvo un año con varios contratiempos y transformaciones drásticas a nivel global. Pero no fue el único operador que lo tuvo complicada. El alto nivel de competencia y la aun persistente guerra de precios pasó factura a todos los operadores, incluido el nuevo OMV Cuy Movil.

¿Se vienen nuevas reglas para la renovación de contratos de telefonía móvil?

¿Se vienen nuevas reglas para la renovación de contratos de telefonía móvil?

MTC está elaborando tres proyectos de normas que cambiarían las condiciones para compartir y conservar el espectro.

 

 

 

En noviembre del 2018 una noticia acaparó titulares por lo inusual: el MTC denegó a Telefónica la renovación de uno de sus contratos de concesión debido a la cantidad de sanciones y multas acumuladas. El operador pudo seguir brindando servicios porque tenía otros contratos vigentes, pero se generó un ánimo de zozobra en todo el sector que se tradujo en un pedido de cambio de las reglas por parte del resto de jugadores.

Un año después, el MTC ha publicado para comentarios tres proyectos de normas (decretos supremos) que modifican las reglas del juego en el mercado. Entre las propuestas se incluyen dos temas particularmente sensibles: uno que propone como obligatorio el compartir infraestructura y otro que cambia la fórmula aplicada para evaluar las renovaciones de contratos de concesión.

 

Este decreto busca zanjar un largo debate que venía sosteniendo la industria con el Gobierno sobre cómo hacer el cálculo de las penalidades e incluye la posibilidad de “canjear” puntos a favor cuando se invierte más de lo pactado en el contrato, comenta Gonzalo Ruiz Díaz, ex presidente del Osiptel.

Lo que se ha propuesto ahora es ajustar y simplificar la metodología vigente, pero sin variarla, aclaran desde el Osiptel. Para el regulador es positivo dar un paso para dejar atrás procedimientos engorrosos y ofrecer alternativas más sencillas y simples.

La propuesta fue recibida como una señal positiva, pero insuficiente, porque se mantiene el estilo “penalizador”, opina Lucas Gallitto, director de Políticas Públicas para América Latina de la asociación GSMA.

¿Cómo se realiza una renovación?
Todos los operadores móviles firman un contrato de concesión que les permite usar una cantidad de espectro radioeléctrico para ofrecer sus servicios por un tiempo determinado, por lo general 20 años. En el contrato se establece la posibilidad de renovar dicha concesión por hasta otros 20 años más.
La norma vigente establece que el MTC debe solicitar al Osiptel las evaluaciones de cumplimiento de los operadores para decidir si renueva o no la concesión. En agosto de 2019, informa el regulador, remitieron al MTC 19 informes de evaluación por 19 contratos de 4 empresas. Y ahora están evaluando la renovación de 8 contratos.
La propuesta normativa, de aprobarse, se aplicaría únicamente para aquellos casos en los que no se ha iniciado la evaluación y por lo tanto no se ha emitido el informe evaluativo respectivo, aclaran desde el Osiptel.

“Los mecanismos de renovación deben ser instrumentos para lograr el fin público de expandir las telecomunicaciones y no afectar la sostenibilidad de los planes a largo plazo de las empresas en el país”, recalca Gallitto.

Si el Gobierno quiere impulsar el despliegue de infraestructura que se necesita para el 5G no debería mantener el método antiguo de reducir en forma desproporcionada los años de renovación de contratos por multas, porque eso genera incertidumbre en la planeación de las inversiones, añade el consultor Alejandro Jiménez, ex gerente del Osiptel.

El sector, agrega, está atravesando por una situación financiera muy crítica que incluso ha llevado a operadores de la talla de Telefónica a replantear sus estrategias en el país. Lo que se necesita es el máximo de estabilidad jurídica, no lo contrario, recalca.

“En mi opinión debería evaluarse la modificación integral del procedimiento y la metodología y no solo la fórmula”, añade Manuel Cipriano, ex director del Osiptel.

La propuesta aun tiene todas las obligaciones de los operadores en un mismo nivel de importancia, cuando deberían darse más relevancia a lo que está ligado a la calidad o continuidad del servicio, refiere Cipriano.

El principio de una multa es que sea correctiva y eso no está sucediendo, agrega Jiménez. En el caso de Telefónica, lo que se logró es generar un clima de inestabilidad ante el temor de que se repita una no renovación en los otros contratos de los otros operadores.

“Lo que debería hacer el MTC es imponer compromisos de inversión para reducir la brecha de conectividad. En todo caso imponer multas fuertes cuando la falta lo amerite, pero no a costa del tiempo de concesión”, recomienda Jiménez.

Las inversiones en infraestructura que demandará el despliegue de la tecnología 5G serán diez veces superiores a las de otras tecnologías. Tener acuerdos para compartirla permitirá sobrellevar los altos costos por asumirse.   Las inversiones en infraestructura que demandará el despliegue de la tecnología 5G serán diez veces superiores a las de otras tecnologías. Tener acuerdos para compartirla permitirá sobrellevar los altos costos por asumirse.

EL OTRO GRAN RETO

El volumen de inversión sin precedentes que exige montar la red para ofrecer los servicios 5G requieren de un alto nivel de coordinación público-privada para definir prioridades y dar las facilidades adecuadas, advierte Carlos Huamán, director de DN Consultores.

Es positivo, añade, el giro drástico que se da a la gestión del espectro, pues se establece que los nuevos contratos de concesión del mismo se hagan dando énfasis a la expansión de cobertura del servicio y ya no se priorice la recaudación, como ha ocurrido hasta ahora.

También considera positivo que haya intensión de promover la compartición de infraestructura, es decir, que el titular del recurso lo comparta con otros. Sin embargo, en un entorno en competencia esto no debe imponerse sino facilitarse, más aun cuando hay una brecha por cubrir enorme, agrega Jiménez.

La compartición de espectro o antenas es algo que beneficia a los operadores, pero que recomiendan no sea una obligación impuesta por el Gobierno. La compartición de espectro o antenas es algo que beneficia a los operadores, pero que recomiendan no sea una obligación impuesta por el Gobierno.

“Hoy estamos en tiempo de incentivar las inversiones, que se están escapando del continente. No espantarlas. Usar esquemas llenos de obligaciones no es de ayuda”, advierte Diego Molano, ex ministro de Tecnologías (TIC) de Colombia, quien participó en un foro de la Universidad Continental. En su país, destaca, se está optando por incluir la compartición como una regla para nuevas licitaciones de espectro, pero no como algo obligatorio.

La tendencia internacional es que esta surja por consentimiento mutuo de los operadores con una mínima intervención de las autoridades de regulación, añade José Otero, VP de la asociación 5G Américas. En la región ya se da de alguna u otra forma, pero en escala muy pequeña y sin imposiciones, añade, tal como ya hicieron Movistar y Entel este año.

Lo ideal sería, agrega Ruiz Díaz, que esto sea regulado en una sola norma en donde se tenga al regulador como una “segunda instancia” frente al desacuerdo entre operadores, para protegerlos de posibles abusos, pero respetando la libertad como prioridad.

Telefónica del Perú: Corta la Grasa

Bitel: ¿El competidor que Movistar debería vigilar?

Bitel: ¿El competidor que Movistar debería vigilar?

El cuarto operador móvil ya es autosostenible y está decidido a llegar al 18% de participación el 2018. En tres años, y sin hacer mucha bulla, se convirtió en un rival de cuidado.

Bitel

“Creatividad es supervivencia y la disciplina, una tradición”. Eso dice un letrero en las puertas de las oficinas de la filial peruana de Viettel Group, el operador estatal vietnamita de fondos militares que hoy, tras llegar al 13,5% del mercado local, asegura haber conseguido ser autosostenible.

 

En octubre del año pasado, mientras el consumo en el país se desaceleraba y Movistar, el operador con mayor participación de mercado, entraba en rojo, los retadores -Entel y Bitel- cumplían tres años de haber lanzado sus marcas con sendos crecimientos de seis puntos porcentuales anuales en su ‘share’.

Ese mismo mes, BITEL llegó a un punto de equilibrio, pues sus ingresos fueron mayores a los gastos y ya generó una ganancia, detalla Raúl Galdo, gerente adjunto de un grupo que, a nivel global, factura unos US$12.000 millones anuales.

Desde el 2015, cuando sus accionistas dieron el último aporte de capital, la filial peruana vive de sus propios flujos y se vale del financiamiento bancario local.

Se mantiene en el cuarto lugar en participación por número de clientes, pero, tras invertir US$800 millones, tiene el doble de extensión de fibra óptica desplegada (25 mil km) que sus rivales, más antenas 4G instaladas (3.300) y una mayor cobertura geográfica (16.464 poblados).

 

Ya no son un rival chico al que los grandes puedan mirar de reojo. “Han hecho bien su tarea”, afirma el consultor Alejandro Jiménez.

Evolución de la participación de mercado (%)

Evolución de la participación de mercado (%)

¿CERO GRASA?

La empresa de raíces vietnamitas ha imitado en el país la estrategia que aplicó en otros mercados fuera de Vietnam, como Haití o Camboya. Así, como ofrecieron a su llegada al país, ofrecen Internet móvil con una tarifa más baja en todas las provincias del país.

El año pasado invirtieron US$100 millones y este año invertirán la misma cifra, con el objetivo de ampliar su cobertura a 5.000 centros poblados. ¿Cómo mantener la delantera en infraestructura frente a los gigantes y dar servicios a bajo costo al mismo tiempo? Según Galdo, gracias a una cultura y estilo de trabajo de “cero grasa”.

No subcontratan casi nada.

Los técnicos son propios, traídos de Vietnam, y tienen abogados de planilla en las provincias para gestionar los permisos y asumir los procesos. Ese es su modelo en Asia y África y les resulta más eficiente.

La disciplina es ley, quizá por sus orígenes militares, y el despilfarro, dicen, no está en agenda. Desde que llegaron, los directivos vietnamitas llamaron la atención por su delgada y juvenil figura. Sin aspavientos se subían a un mototaxi en Iquitos, tomaban hora y media para un refrigerio lleno de vegetales y jugaban fútbol con agilidad (de hecho, suelen ganar en los clásicos Perú vs. Vietnam de la compañía).

 

 
Total de clientes por operador (en millones)
Total de clientes por operador (en millones)
 

EL RETO INCA KOLA

Fernando Grados, director de Dominio Consultores, explica que Bitel ha hecho lo mismo que Inca Kola, logrando los mismos buenos resultados. Como se recordará, la gaseosa peruana se empezó a vender en provincias y cuando ya tenía una presencia importante en esos mercados, arribó a la capital. Coca Cola nunca pudo contra ella y tuvo que comprarla.

Bitel arrancó a montar una antena ahí donde no había telefonía o solo existía la costosa señal satelital. ‘Iluminó’ el país y luego salió a buscar clientes. Encontró demanda rural insatisfecha.

Según el ex presidente de Osiptel, Gonzalo Ruiz Díaz, se concentró en un consumidor que no parecía estar en la mira de las campañas de sus competidores y le dio una oferta más económica, casi sin gastar en publicidad, confiando en el “boca a boca”.

La clave del negocio, sin embargo, no está en el servicio al usuario final.

Analistas internacionales explican que en el resto de países operan igual: ganan ofreciendo el servicio de transporte de datos y conectividad internacional a otros operadores.

Por eso no es extraño que la red dorsal no consiga clientes y tenga sus cuentas en rojotiene un rival que cobra mucho menos.

Y si bien hasta ahora les ha funcionado el esquema, este año, para lograr su meta de 18% de mercado, están entrando a una nueva etapa que implica otros retos: la conquista de Lima y sus usuarios corporativos.

Carlos Huamán, director de DN Consultores, advierte que ahí el desafío será lograr posicionar la marca entre clientes de mayor consumo mensual ya fidelizados a otros operadores.

Fernando Casafranca, profesor de Pacifico Business School, añade que Bitel, si quiere seguir creciendo al interior, debería mejor enfocarse en potenciar la oferta de voz y texto, y no la banda ancha, porque hay quienes no buscan ese servicio.

El reto mayor, sin embargo, está en lograr conseguir más espectro que le permita soportar el crecimiento sostenido de clientes en redes 4G.

Al no haber ganado nuevas licitaciones como sus rivales, ellos mismos admiten que en un par de años necesitarán más espectro para seguir galopando. De no lograrlo, los analistas advierten que la vietnamita se toparía con la primera gran piedra en ese camino ascendente que hoy los ubica en una situación muy expectante.

ESTRATEGIA DE BATALLA

► 1_ Tener la red de fibra óptica más grande del país 
En Asia y Haití siempre aplicaron el mismo modelo: basar el negocio en proveer transporte de datos. Para eso necesitan la red más grande. En nuestro país montaron 25 mil km.

►2_ Precios competitivos
Su estrategia es siempre competir con precios bajos para poder masificar los servicios. Su foco está en datos, no en la voz.

►3_Equipos eficientes
Raúl Galdo destaca que ofrecer un buen equipo es básico para lograr cuota de mercado. No optan por la subvención de alta gama, sino por modelos eficientes de buena marca, pero a menor costo.

► 4_ Distribución a gran escala
Sin amplitud de puntos de venta no se está cerca del cliente. Su plan fue lograr capilaridad en cada provincia.

 
Estos son los planes con los que Bitel competirá en móviles

LA LLEGADA DE UN INVITADO NO PREVISTO

Como un encuentro casi casual describe Guillermo Thornberry, ex presidente de Osiptel, su primer contacto con ellos. Estaba en un congreso sobre telecomunicaciones en Vietnan cuando, de la nada, se le acercó un representante de Bitel a preguntarle cómo podían hacer para entrar al Perú.

“No me imaginé que lo lograrían”, comenta tras aclarar que le pareció interesante que una empresa vietnamita quisiera cruzar 20 mil km -medio océano- para conquistar nuestro continente. Le gustó, resalta, que se hayan propuesto probar su modelo en el Perú antes de entrar a Brasil.

En aquel entonces, relata, era una prioridad generar competencia, porque “teníamos un duopolio”. Ganar un nuevo jugador, enfocado en lo rural, pintaba estupendo. Los derivó al MTC y más adelante, un año después de dejar el Osiptel, les dio una asesoría de cinco meses.

En el MTC, Viettel Group se encontró con Enrique Cornejo a cargo de la cartera, quien justo estaba por convocar una licitación antes de dejar el Gobierno. El 27 de enero del 2011 Viettel se adjudicó la Buena Pro (fueron 25 MHz en la Banda C de 1900 MHz) ganándoles a Americatel y a un grupo ruso.

La novedad es que la licitación se ganó por compromisos de inversión social (conectar escuelas públicas, municipios y centros de salud) al interior a largo plazo, y no por un monto más alto para pagar al Estado.

La misma figura se manejó cuando ganó una segunda licitación en agosto del 2012 (32 MHz de espectro de la banda de 900 MHz para Lima-Callao y 26 MHz para el resto del territorio nacional).

Viettel Perú, la razón social que adoptó la empresa estatal vietnamita al constituir su filial privada local, era completamente desconocida por aquí, recuerda Gonzalo Ruiz Díaz, ex-presidente de Osiptel, quien se encargó de supervisar el inicio de operaciones.

Los analistas veían con escepticismo al recién llegado. Y la impaciencia crecía ante los retrasos en su lanzamiento, aun cuando estos eran responsabilidad del MTC, que no lograba terminar de ‘limpiar’ la banda de 900 MHz .

Las pruebas técnicas arrancaron en enero del 2013 y la presentación de la marca Bitel se dio en octubre del 2014. Recién entonces inundaron buses y paraderos de afiches, pero no hicieron mayor bulla y eso mantuvo escéptico al mercado.

Desde un principio quedó claro que el foco estaba en el área rural, pero para los analistas era un misterio cuán efectivo podía ser ese modelo. Hoy aceptan que funcionó.

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